usted se encuentra inmortalizado
en un momento permanente:
usted estaría sosteniendo mi cuerpo atravesado por mil espadas
mientras una ráfaga de balas
nos cae encima y nos morimos en el acto:
se trata del accidente más estúpido,
y de la fotografía mental más idiota.
Horas mas tarde,
en nuestro funeral,
nuestros familiares se reconocen y se saludan
dentro de los dos cajones -cerrados-
nos recordarán siempre,
Hoy por Hoy :
La gente, respeta más a los muertos
que a los vivos.
Y nunca creen en las historias extraordinarias,
Solo ven sobre las mentiras más viles,
la regeneración de lo real, de lo ordinario.
Que injusticia.